jueves, 27 de mayo de 2010

Ayudemos a nuestros hijos contra la droga y el alcohol


Todos los padres se quejan y sufren por los problemas de adicción de sus hijos, pero en lugar de tomar determinaciones inteligentes y de apoyarlos, ignoran el problema y se resignan.

Es indudable que este tema nos toca y nos preocupa a la gran mayoría de los padres. Día a día tenemos la oportunidad de conocer acerca de las causas y las consecuencias de estos dos horribles flagelos que azotan a la humanidad.

Desafortunadamente muy pocas personas le dan la importancia que realmente se merece y solo nos interesamos cuando el mal nos toca directamente.
Pues bien, quiero centrarme especialmente en las causas, en el porqué se consume, y porqué se sigue consumiendo hasta convertirse en una adicción difícil de superar y llegando a consecuencias nefastas para quien lo consume, para sus familias y en general para la sociedad.

El alcohol es una sustancia que causa efectos tales como: alteración del estado de ánimo, relajación, fascinación ante los estímulos visuales, auditivos y sensoriales, cambios en la consciencia, cambios fisiológicos, desinhibición, perdida de la voluntad, etc. ; en otras palabras produce sobre los individuos que lo consumen, alteraciones y cambios en el sistema nervioso, bastante nocivas e irreversibles, afecta fisiológicamente a cualquier organismo y causa traumas psíquicos a la persona y por consiguiente a la sociedad.
“Pero” desde otro punto de vista, y con pleno conocimiento de sus efectos malignos, toleramos su consumo como si fuese algo normal; es indispensable en las fiestas y reuniones, en los paseos, en una charla con los amigos o de negocios, en algunas relaciones íntimas de pareja, en fin siempre habrá un buen motivo para consumir unas copas o mucho alcohol. Gran problema es la aceptación y la tolerancia social que por supuesto crean un círculo de presión para los padres en cuanto a las relaciones y la autoridad con sus hijos.
¿Por qué no puede el joven tomar unas copas después de cumplir con sus actividades?
¿Qué tiene de malo beber de manera controlada si así lo hicieron o lo hacen sus padres, sus familiares, sus amigos, la señora x, el político, el profesional?
Entonces hay que tolerarlo porque así nos lo plantea la órbita social, llena de engaños publicitarios, de ilusiones y comportamientos equívocos y de conceptos desviados.

Igual sucede en cuanto al consumo de drogas, con el agravante de que sus efectos y consecuencias son mas fuertes e irreversibles, que crean mayor dependencia y que además conducen a un deterioro mas rápido e implacable en las personas; sin omitir la relación tan marcada que existe entre el consumo del alcohol con el de las drogas, porque prácticamente se comienza por el alcohol , el cigarrillo y sucesivamente se pasa al consumo de narcóticos, anfetaminas, estimulantes, tranquilizantes, barbitúricos, alucinógenos, etc.

Ahora, queridos padres, es hora de tomar consciencia de lo que realmente sucede, no podemos tolerar y aceptar que nuestros hijos se destruyan, no podemos ser pasivos, neutros ante un peligro y un mal tan grave, es nuestra obligación como padres y como seres humanos proteger y sobre todo orientar a nuestros hijos; así como luchamos por ellos procurándoles todo nuestro amor y atención, cubriendo sus necesidades materiales de alimentación, vestido, salud, vivienda, etc.

Brindándoles educación académica y una gran supuesta formación, constituida por una serie de valores morales y religiosos, por la enseñanza de reglas y patrones de comportamiento social, por una serie de consejos y guías filosóficas sobre la vida, en base a nuestra propia experiencia; debemos tener el valor, la dignidad y la fortaleza de actuar contra ese enemigo oculto que los acecha. Ayer, hoy siempre nosotros somos los llamados a orientarlos, ellos son mas jóvenes, tenemos mas experiencia que ellos; conocemos lo que nos hizo daño, lo que daña a otras personas, lo que destruye al ser humano, pero permitimos que ellos se vean afectados bajo el manto de una resignación cobarde y cínica, buscando un falso equilibrio en nuestras relaciones con ellos.
Si se tratara de elegir, es mejor que nuestros hijos hoy se sientan presionados, coartados, manipulados, como ellos mismos lo denominan, pero todo en pro de sus desarrollo personal, en pro de su evolución, de una construcción sólida en todos los aspectos, para que sean personas útiles, independientes, productivas y finalmente felices, luego se sentirán satisfechos, agradecidos y orgullosos de aquellos que los orientamos y apoyamos en el momento que mas lo necesitaban.

No podemos dejarnos confundir por conceptos modernos y frágiles con respecto al libre desarrollo del pensamiento, a la libertad de expresión y de actuación, porque estos conceptos tienen otro significado cuando están apalancados por intereses equívocos. Debe pesar más la experiencia, la autoridad del conocimiento y la majestad de nuestro amor por ellos, que cualquier otra circunstancia.

La frecuencia ideal es la de la preparación para vivir un mejor futuro, para alcanzar todas las metas propuestas, la de lograr destacarse y ser reconocido por los seres queridos y la sociedad, la de crecer y fundamentarse poco a poco y sólidamente para poder ser realmente grande como persona y como individuo social.

Luchemos de verdad por nuestros hijos, brindémosles amor y tiempo,démosles buen ejemplo, pero sobre todo orientémoslos.

La falta de motivación durante la etapa de educación secundaria


Sencilla crítica e invitación a los padres, educadores y adultos en general ,a motivar y orientar a los niños y jóvenes durante la etapa de educación secundaria.

Es bien sabido por casi todas las personas que hemos tenido la oportunidad de recibir educación académica, que al iniciar nuestro proceso de aprendizaje metodológico, llámese preescolar o primaria, sentimos una gran motivación natural, somos como esponjas absorbiendo desesperadamente conocimientos, movidos por un afán de aprendizaje ante un universo inmenso y desconocido que nos abre sus puertas y nos crea progresivamente mas y mas inquietudes; paralelamente quienes nos rodean y en especial a quienes les interesamos, tratan por todos los medios posibles de enseñarnos, de enfocarnos hacia el futuro y de crearnos el ambiente propicio para que ese aprendizaje sea mejor. Cuando me refiero a “un interés natural” es porque prácticamente en esa etapa de la vida el esfuerzo por aprender es muy personal y la influencia de nuestros padres, educadores y demás personas se convierte es débil ante la primacía de nuestro interés propio. Así mejoramos nuestra capacidad de comunicación, buscamos y logramos nuevos objetivos y conseguimos el reconocimiento día a día del mundo que nos rodea.

Cabe anotar que al terminar el proceso de la primaria prácticamente hemos recibido las bases mas importantes para nuestra educación: lenguaje y escritura, operaciones matemáticas elementales y conceptos de cantidades y magnitudes, conocimientos sobre tiempo y espacio, reglas básicas de comportamiento y convivencia social, educación moral y religiosa, etc.
Cuando llega la etapa de la educación “Secundaria” ya tenemos unos conocimientos que parecen ser suficientes para sobrevivir, independientemente del respaldo y de la condición de vida que tengamos; esa etapa de preparación que representa el bachillerato o la secundaria, se convierte en un nuevo reto para nuestras vidas, vienen con este, la repetición y ampliación de muchos conceptos ya estudiados, la carga de deberes para con nuestros padres y educadores debiendo demostrarles que si estamos aprendiendo, un menú de conocimientos que aparentemente no necesitamos ni para el presente ni para el futuro, todo esto en contraste con otras necesidades que nos crean la edad, el desarrollo psicológico y social, las relaciones interpersonales, la diversión, los sentimientos y la búsqueda de reconocimiento.

¿A quien le interesa la historia, la geografía, las matemáticas, la gramática, la educación estética? ya tengo capacidad de comunicarme con las personas, ya puedo practicar y soy bueno en algunos deportes, puedo leer, escribir, cantar, bailar, en fin puedo desarrollar muchas actividades que todos me aplauden; encambio lo que logro en mis nuevas actividades del bachillerato no parece mejorar mi condición de vida, si soy bueno recibo la aceptación y una leve complacencia por parte de quienes me interesan, y si mi desempeño es regular o malo entonces todos muestran inconformidad, preocupación y hasta pueden actuar contra mi de manera represiva, pero yo que soy el mas interesado no puedo entender la importancia de este proceso educativo.

Creo que seria realmente importante para nuestros hijos, para todos los niños y jóvenes, que nosotros los adultos, quienes ya hemos superado de una u otra manera esta etapa de la vida, nos encargáramos de manejar muy conscientemente y con mucha responsabilidad la preparación y adaptación de ellos en cuanto a la transición de la primaria a la secundaria y el posterior paso a la educación superior.

Deberíamos orientarlos y motivarlos constantemente ante este nuevo reto mostrándoles el verdadero valor e importancia que tiene cada momento de la vida, creando en ellos un ambiente de atención e interés, ilustrándolos sobre los beneficios”no inmediatos” pero imprescindibles en la educación y en el proceso de desarrollo personal para que asuman con responsabilidad sus deberes y actúen en consciencia; no se trata de conseguir logros cuantitativos únicamente, no se trata de que apenas puedan sobrevivir ante esta responsabilidad para complacernos o librarse de represalias, ellos deben entender la importancia de recoger todos estos elementes que se les brindan para poder desarrollar bien y efectivamente todas sus facultades y alcanzar las metas que se propongan, para lo cual también debemos mostrarles, en base a nuestra experiencia, la necesidad de crear un plan de vida y de buscar siempre unos objetivos perseverando hasta alcanzarlos.

Hay que motivarlos, aplaudir sus logros, enaltecerlos, demostrarle que así se consigue aumentar el respeto y el reconocimiento familiar y social, crearles la necesidad del éxito y acompañarlos constantemente.
Todo lo bueno que hoy hagamos por nuestros hijos, serán gratos recuerdo para ellos y para nosotros en el futuro, y ellos procuraran brindarle aun mas a sus hijos.

Orientación universitaria sobre ética y desempeño profesional


Crítica a las instituciones universitarias por su afán desmedido en la búsqueda de intereses económicos y el desinterés por la educación ética y responsable.

Actualmente todas las instituciones universitarias realizan grandes esfuerzos por ampliar su cobertura educativa, hacen grandes inversiones económicas en sus instalaciones, amplían la oferta de pregrados, postgrados y especializaciones, aprovechan al máximo el tiempo ofreciendo diferentes alternativas horarias y algunas hasta reducen o cambian el pensum académico de algunas carreras. Esto debería ser un motivo de orgullo y de complacencia para la sociedad en la búsqueda de la preparación intelectual, científica y productiva de quienes la constituyen. Pero paradójicamente, esto toma otro significado ya que la finalidad misma de estos cambios es la consecución y el aumento de ingresos económicos por parte de las instituciones, olvidándose de la esencia y el valor real de la educación superior.

A esto no se escapan ni siquiera las universidades estatales, invadidas y saboteadas en su función social, educativa y formativa por factores e intereses ajenos a la educación, y mas bien encaminados a tendencias políticas y a fenómenos desestabilizadores; ni que decir de la creación de pequeñas e improvisadas instituciones llamadas universidades de garaje que solo sirven para ayudar a satisfacer la demanda educativa de una población en constante crecimiento.

No voy a descalificar a todas las universidades, ni a sus administradores, o a sus educadores, porque la realidad es que existen muy buenos centros universitarios con personas idóneas, capaces, responsables, éticas y con muchos deseos de cumplir con la noble tarea de preparar a las personas brindándoles la mejor educación y orientación profesional, pero desafortunadamente el factor común primordial en la función de muchas instituciones, es el del “beneficio económico” y el del cumplimento de unos parámetros educativos no muy exigentes.

Aun cuando muchas instituciones universitarias incluyen en su plan académico la “Ética” como una de sus materias, si evaluásemos el desempeño laboral y social entre la gran promoción de profesionales, buscando la existencia de principios y consciencia ética, tendríamos como resultado final una carencia casi absoluta de los mismos y una falta aterradora de consciencia profesional.

Los estudiantes universitarios no están recibiendo una preparación adecuada, no obtienen la suficiente orientación sobre su futuro desempeño como profesionales, no tienen una guía practica de proyección y aplicación de sus conocimientos, no asimilan la importancia de conocer los deberes humanos y sociales, el significado de pensar, actuar bien y con mucha responsabilidad; ellos solo reciben información académica en un proceso tedioso de aprendizaje en el cual deben superar dificultades personales propias de la sociedad universitaria y hasta inconvenientes con sus educadores generados por incompatibilidades, incluso lo mas importante es la superación de las metas cuantitativas correspondientes a cada asignatura para que así finalmente puedan graduarse y salir a engrosar el grupo de profesionales, en su mayoría mediocres, pudiendo esbozar un titulo universitario sin saber como desempeñarse profesionalmente y sin mas expectativas que la consecución de una oportunidad laboral que les ofrezca alguna estabilidad económica, muchas veces igualada o superada por actividades que no exigen ningún esfuerzo personal educativo.