martes, 15 de noviembre de 2016

Afán…

Afán
Impetuosa la juventud
se bate en cruenta batalla
con afán de vencer
sus miedos.

Y todo ese camino recorrido
parece no servirle para nada
porque insatisfecha
anhela más y más.

Vanos logros que solo
parecen satisfacer a la vanidad.
Pobres atriles incapaces
de soportar el peso.

“Y el alma se siente aún volátil”
Pero el árbol
continúa
firme y creciendo.

Y crecerá tanto, y se fortalecerá,
que un día —¡Un grandioso día!—
ofrecerá orgulloso
sus frutos.

Frutos de amor y esperanza,
pedacitos de dolor convertidos
en dulces y carnosas
emociones.

Fortalezas indestructibles,
caricias al alma.
Y entonces, la juventud
será el más delicioso recuerdo.