domingo, 24 de marzo de 2013
“Una caricia para mi amiga”
De todas mis amigas
tú eres la más cercana,
porque me profesas amor
sin interés alguno.
Te percibo cálida y tranquila
como una mañana de verano,
radiante y colorida
como el más bello jardín.
De ti emana la paz,
nacen nuevas alegrías,
y florecen las más bellas ilusiones
que acarician mi alma.
En ti veo todo lo mejor,
desde el más pequeño
hasta el más maravilloso
acierto humano.
Y puedo saborear complacido,
la dulce esencia femenina
que me embriaga,
que me alucina.
Reconozco el afecto puro
en tu actitud,
y el privilegiado lugar
que ocupo en tu corazón.
Nada puede describir tu sonrisa,
o el vaivén de tu cuerpo,
o tu mirada destellante y profunda;
cosas que me invitan a soñar.
Por nada cambiaría
los momentos que me das.
Cuando te preocupas por mí
o cuando quieres que me preocupe por ti.
Apenas si puedo sobrevivir
a la emoción
cuando me dices que me quieres,
cuando te insinúas pasional.
Temo que no podré soportar
el placer infinito
de lo que siento
cuando te miro a los ojos.
Y que mi lealtad se convierta
en ambición de poseerte,
y que la ternura transmute
hacia la pasión.
Pero solo será así
si tú lo quieres,
si me dices que sí.
Si tu alma desea fundirse con la mía.
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Hermosos versos, repletos de amor. Una devoción que anida otros dones... Amistad, ternura, sinceridad.
ResponderEliminarUn compendio de virtudes difíciles de sentir y, a la vez, necesarios para amar y ser amado.
Un trabajo romántico y bello. Un abrazo, Ann@
Gracias mi bella amiga Anna, me enorgullezco de tus comentarios porque siento admiración, respeto y cariño por vos.
ResponderEliminarSiempre estás ahí, incentivándome.
Un abrazo.