lunes, 4 de febrero de 2013
“MI TIEMPO SE CUMPLIÓ”
No puedo comprender mi
eterna soledad.
Ausente de todo,
exiliado en el silencio
y en la luz del amor.
Me siento invisible
y ajeno a la dicha.
Contemplo mi felicidad
en la de mis seres amados.
No encuentro el rumbo
y nada he dejado atrás.
Se que todo a mi alrededor
es mío
pero me es esquivo.
Es aterrador ser
incomprendido.
Se hace triste el camino,
inútil la lucha,
estéril la voluntad.
Atino apenas a esgrimir mis
peores armas:
mi necedad,
mi soberbia,
mi deserción.
Y los fértiles campos que
he cultivado
vuelven a secarse.
Y mis fuerzas se escapan
dejándome sumido en el
miedo.
¿Cómo habré de conquistar
mis sueños
si ni siquiera se cuales
son,
si ya no entiendo mi
existencia,
si no me siento parte de
nada?
Tal parece que forcé la
marcha
y recorrí muy pronto el sendero;
agotando mis ilusiones
y desgastando mi ambición.
No parece cabal que mis
deseos
se orienten en otra
dirección
que no sea la de mi propia
satisfacción,
la de mi propia paz.
¿Acaso este es el precio de
mis pecados,
vivir sin cosechar la
realización
y humillarme eternamente
ante ello
Intentando hacerlo bien?
Posiblemente estoy
pretendiendo
más de lo que merezco,
o quizás simplemente
mi tiempo se cumplió.
Quedarán entonces muchas
cosas inconclusas
como siempre en mi andar.
“lo intenté”
Pero eso a nadie importa…solo a mí.
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A veces es mejor no pensar demasiado. Buen poema. Ángel
ResponderEliminarLa vida es injusta y su memoria, sabe cuando atacar la razón y cuando sublevarse.
ResponderEliminarUn hermoso poema, lleno -como siempre- de sentimientos y pesadumbre...
Un abrazo, Ann@
Gracias amigos por sus comentarios.
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