Aun cuando el camino de la vida es corto
es lógico que no podamos entenderlo
hasta alcanzar avanzadas etapas
y coleccionar muchas experiencias.
Ayer tomabas de la mano a tu padre
buscando la seguridad de su fortaleza
aferrándote a su amor
manifestándole el tuyo.
Ayer lo escuchabas y valorabas
observabas sus procederes con atención
y te nutrias de él.
Era para ti gratificante su existencia.
Hiciste largos trayectos de su mano
pasajes azarosos se hacían seguros con él.
Sabiduría y sorpresas te ofrecía
como su fuese un valioso tesoro.
No en vano él puso su hombro para apoyarte
intento enderezar sus caminos
exploró incesantemente la vida
porque hoy eres mejor que él.
Ahora las circunstancias no le favorecen
el gran campeón hoy es un perdedor
su afán y necesidades hoy son tus molestias.
La gran fortaleza que te abrigaba hoy se derrumba.
Seguramente que si tu le ayudas caerá mas rápido.
La indiferencia ante su amor
y tu incomprensión favorecerán el curso
continúa destruyendo los lazos de amor en tu afán de libertad.
¿Alguna vez pensaste en el poder de su crítica?
Tal vez recuerdes algunas de sus orientaciones
incluso hoy sean tuyos algunos de sus comportamientos
y algunos rasgos comunes a tu personalidad.
Muchos lo hemos vivido
quizá nos educaron para respetarlos mas que para amarlos
relaciones en
conflicto
porque nunca entendimos lo que ellos quisieron darnos.
Tal vez tú puedas lograr el respeto y el amor de tus
hijos
en cada una y en todas las etapas de la vida.
Serás feliz si logras llegar hasta el final
Abrazado a ellos y mereciendo su admiración.
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