Tal vez hoy no puedas entenderme.
Debe sorprenderte mi lejanía
la ausencia de respuestas
el letargo existente.
Sé que es difícil imaginar
lo que sucede en un mundo ajeno al tuyo.
Quizá no puedas comprender mi silencio
ni mi actitud.
Hasta yo mismo me sorprendo.
Intento desconocer mis temores
rechazo con fortaleza todo lo que me agobia
veo con ansias el horizonte.
Y sin embargo, no estoy bien.
Amo y disfruto el perfume de las flores
me satisfago de vida en cada inspiración
y vuelo libremente en el cielo azul.
Me estremezco con la caricia femenina
tiemblo poseído de lujuria ante la pasión.
Me deleito en el deseo de una dama
vivo para el amor.
Sueño la paz y la tranquilidad.
Me complazco en la risa de un niño
en sus manifestaciones espontáneas
en su tierna sabiduría.
Has de saber cuanto disfruto
de mi tiempo
de mi cuerpo
de mi pensamiento.
Cuan agradecido estoy
de poder elegir,
de ser dueño de mi voluntad
y de reflexionar sobre mis errores.
Incluso creo ser vanidoso.
Debo haber hecho algunas cosas buenas.
He visto en algunos lugares
la cara de la gratitud, la respuesta misma del universo.
Nada podría ser mejor para mí, que lo que soy
lo que falta está por realizarse.
He cosechado y seguiré cosechando
el fruto de mi propia esencia.
¿Habré podido equivocarme tanto?
Nefasta construcción
que no quieres continuar
pero que tampoco abandonas ni destruyes.
Locos y sórdidos pensamientos
se atreven a tocar mi alma
como increpando
la verdadera naturaleza de mi ser.
Como reprochándome,
señalándome débil
burlándose de mí
invitándome a ser diferente.
Y yo, absorto en una noble locura
saboreando mi sufrimiento.
Insisto en ser como soy
como siempre he querido ser.
Curando mis heridas con una divina poesía
exaltado de emoción ante el amor
maravillado en la hermosura y la dulzura femenina
y soñando…soñando.
Y pienso en ti mi bella amiga
y me regocijo y me embeleso
y me refrescas como un delicioso bálsamo
y me animas…
Debe sorprenderte mi lejanía
la ausencia de respuestas
el letargo existente.
Sé que es difícil imaginar
lo que sucede en un mundo ajeno al tuyo.
Quizá no puedas comprender mi silencio
ni mi actitud.
Hasta yo mismo me sorprendo.
Intento desconocer mis temores
rechazo con fortaleza todo lo que me agobia
veo con ansias el horizonte.
Y sin embargo, no estoy bien.
Amo y disfruto el perfume de las flores
me satisfago de vida en cada inspiración
y vuelo libremente en el cielo azul.
Me estremezco con la caricia femenina
tiemblo poseído de lujuria ante la pasión.
Me deleito en el deseo de una dama
vivo para el amor.
Sueño la paz y la tranquilidad.
Me complazco en la risa de un niño
en sus manifestaciones espontáneas
en su tierna sabiduría.
Has de saber cuanto disfruto
de mi tiempo
de mi cuerpo
de mi pensamiento.
Cuan agradecido estoy
de poder elegir,
de ser dueño de mi voluntad
y de reflexionar sobre mis errores.
Incluso creo ser vanidoso.
Debo haber hecho algunas cosas buenas.
He visto en algunos lugares
la cara de la gratitud, la respuesta misma del universo.
Nada podría ser mejor para mí, que lo que soy
lo que falta está por realizarse.
He cosechado y seguiré cosechando
el fruto de mi propia esencia.
¿Habré podido equivocarme tanto?
Nefasta construcción
que no quieres continuar
pero que tampoco abandonas ni destruyes.
Locos y sórdidos pensamientos
se atreven a tocar mi alma
como increpando
la verdadera naturaleza de mi ser.
Como reprochándome,
señalándome débil
burlándose de mí
invitándome a ser diferente.
Y yo, absorto en una noble locura
saboreando mi sufrimiento.
Insisto en ser como soy
como siempre he querido ser.
Curando mis heridas con una divina poesía
exaltado de emoción ante el amor
maravillado en la hermosura y la dulzura femenina
y soñando…soñando.
Y pienso en ti mi bella amiga
y me regocijo y me embeleso
y me refrescas como un delicioso bálsamo
y me animas…